viernes, 27 de noviembre de 2009

Tanya se encontenta =D

En mi clase de mediciones hay una chica "especial". Su nombre es Tanya y estudia ingeniería industrial. No es muy alta pero es bonita de cara. Sus ojos son oscuros, tiene cabello lacio, negro y medio largo; usa lentes y es delgada tirandole a llenita. Su manera de vestir es curiosa, usa pantalones beige y blusas que pueden considerarse de vestir, pero sin fajarse y cubriendose con alguna chamarra algo sucia no parece muy arreglada, ademas de utilizar unos converse del mismo color beige, muy sucios y medio rotos.
Es una chica medio rara, solo lso de su equipo le hablan, pues tiene un caracter fuerte y dominante, y, ¿Porqué no decirlo?, es bien mula. No es raro que mire a la gente como si fuese bicho raro. Siemrpe esta muy seria, verla sonreir es casi un milagro.
Es bastante común que si da clases Manuel, el ayudante, que le cae muy mal, haga comentarios como -¡Hay no!, esta este imbecil- o cuando se equivoca haga ruidos como -¡Guuu!- para humillarle, que con su rostro serio y su voz fuerte y un tanto grave (bastante sexy porcierto) surte un efecto demoledor en el pobre Manuel ... ademas de que nos sentamos hasta adelante, y Manuel no tiene posibilidad de no escucharle.
Otra muestra de que es medio "mula" es su novio (o esposo, no se >_<) que le habla seguido, y si paras la oreja un poco, escuchas comentarios como: -¡Ash!, ¿Porqué me hablas tan seguido?, ya te dije que me choca, estoy en clase ...-
Su celular es uno de esos escarlata, chocolate algo ... se ve que es caro, y ella misma parece tener dinero, es de las pocas ingenieras que llegan a la UAM en auto todos los dias y se ofende si el profesor hace comentarios sobre la indiscutiblemente precaria situación de la mayoria de los alumnos.
Tratar con ella no es facil. Llegar a una situación en que se aburra y te ignore es realmente sencillo cuando uno trata hacer plática, ademas de que con semejante caracter, uno nunca sabe como o de que hablarle. Es por ello que nadie, que yo recuerde, le habló durante las clases del primer mes.
Yo tuve suerte, me he sentado cerca de Tanya algunos dias, y como es algo irrresponsable y suele llegar tarde (o no llegar) en ocaciones me ha pedido mis notas para copiarlas. Como es mi costumbre, me porto atento con ella explicandole lo mas posible, atencion que me llevó algunos regaños del profesor, pero tambien me coloco en una posición en que ella no me ve mas como "bicho raro", sino como "compañerito amable" (notese el diminutivo).
Un día llego enojada. Se sentó secamente, frunció el ceño, hizo un puchero y dijo: Estoy enojada. Despues de semejante declaración se quedo inmovil como si esperara alguna respuesta. Muy asombrado, no acertaba como raccionar, hasta que le pregunte el porque, y no me contesto; solo me miro con esa carita de niña berrinchuda, que resultaba tierna y amenazadora a la vez para despues ignorarme.
Saco sus cosas y sono su cel. Era su novio/esposo, bajo la voz para que no se escucharan las palabras altisonantes y colgo, y en tono de resiganción dijo: ¡Haaay este pendejo!... mientras recargaba su cabeza en su mano derecha apollada en el pupitre, como si tuviera jaqueca.
A los 3 segundos hundía su cabeza entre sus brazos enroscados sobre la paleta de la banca.
Rapidamnte pense en que decirle, como no se me ocurrio nada, simplemente me levanté y salí del salón. Pasé junto a la entrada del primer piso del edificio L (el de diseño) y vi a un tipo con una paleta (dulce). Me acerqué y le pregunté: -¿Dónde has conseguido eso?-.
Me indicó una puerta verde torciendo una esquina, Llegué a la misteriosa puerta, toque un par de veces y se abrio mostrando un pequeño cuarto de intendencia de menos de un metro de profundidad por unos dos de ancho. Sentado frente a mi estaba un intendente vestido de azul, con cara de "que chingaos quieres" y otro mas arreglaba unas cosas en el fondo de la izquierda. Le dije al sentado: -¿No tienes dulces?- Sin decir palabra abrio una puertecita de madera en la pared y se asomaron las pastillas, las boobaxtreme, las nucitas y demas golosinas baratas.
Como no sabia que le gustaría, lleve un boobalo, una nucita y una paleta de manita.
Entre al salon, tome asiento y me dedique a escribir con una mano, mientras sostenia la bola de dulces con la otra.
Esperé a que el profesor se distrajera y mostré a mi enfadada compañera la bola de golosinas diciendo en tono amable -¿Quieres un dulce?-. Mirandome con ojos atentos de suma extrañeza dijo "no" de forma seca y automata. Con tono amigable de vago continue -Anda, mira, he comprado tres cosas porque no sabía que te gustaría- rematando con una media sonrisa y mirandole a los ojos ... sin hablar pero con unos ojitos mas relajados tomo la paleta de manita.
La abrio y se empezo a reir. -Jaja, no tengo futuro- dijo, mientras me mostraba una paleta tumorosa y horrible, con fromas alteradas, medio cavernosa y muy inchada.
-Esas paletas suelen hablar del amor, tal vez no te va muy bien en el amor- conteste.
Con su mirada atenta de extrañeza me miro un segundo, y luego engullo tranquilamente el monstruoso caramelo.
Todo el tiempo que duro la clase hizo ruidos al pasar su saliva por los interminables orificios de la paleta y de vez en cuando se quejaba alegremente -¡Hay! mi baba hace mucho ruido- ...
Al final de la clase me dijo -Gracias por la paleta- y me dedico una breve y pequeña sonrisa.
Desde entonces puedo saludarla de beso, tomarle fotos desprevenida y picarle las costillas un poco. Cabe recalcar que las ultimos dos no he visto atreverse a nadie hacerlas hasta ahora ... =).



Foto de Tanya casi desprevenida, durante práctica de mediciones