sábado, 24 de julio de 2010

EL jardín hundido.

EL niño Polo va a la escuela en un pueblo pasando el rio.
Todas las mañanas intentar peinarse bien con mucho gel, tomarse la leche que tanto detesta y arreglar sus útiles escolares (intentos fallidos).
Sale tarde de su pequeño departamento y cruza la Unidad de multifamiliares rojos, atravieza las canchas sin aros en los tableros, pasa el rio por el puente que en las tardes se llena de marihuanos, camina una calle enpinada sin pavimentar, y da vuelta en la fabrica de discos pirata. Son las 8:15, entra por la puertita del zaguán ya cerrado, es de los ultimos niños.
Asi llega a la escuela, ese mundo desolado y triste, con salones grises sin terminar de construir, un piso uniforme de lodo y un pirul viejo del que salen abejas a todas horas. En el salon de clases pasa las horas lentas y pegajosas con materias aburridas, que a sus diez años ya encuentra absurdas y muy sencillas para él. Casi no tiene amigos, todos los niños son muy tontos para él, y al mismo tiempo tienen habilidades e intereses que no es capaz de compartir.
Solo el terrible nerviosismo de no haber hecho la tarea anima aquel tiempo muerto, inservible.
El regaño del profesor y el castigo con la prohibición del recreo son elementos del mismo día, como si cuando Dios lo hubiese creado, hubiera hecho el sol luminoso, el cielo azul y el castigo del recreo.
La madre furiosa que con amor lleva la torta a la reja de gallinero y no encuentra a su hijo. El hijo que pide a algun mal amigo ir a recogerla. Torta de huevo remojada con el papel pegado. 100 gramos de amor, pero tambien 100 gramos de una masa horrenda, viscosa y jugosa. Si el hambre es demasiada habra que comerla, sino el cesto del salon sera su destino y en el estomago de Polo sola se encontrará la culpa por el malagradecido acto.
Otras tres horas de muerte en vida y las 12:45, hora de la salida.
Ir a casa en solitario andar y con paso lento ... un ardiente sol quema el cuello y sofoca por debajo del sweter. El rezo para que los marihuanos del puente no esten violentos y el monótono andar entre los edificios.
Polo llega a casa, y se da cuenta de que olvidó las llaves.
Se salta la reja pisando en los medidores de luz y cae al patio trasero para intentar abrir la puerta trasera con una escoba desde la ventana (vive en la planta baja). El candado se impone y Polo no tiene que hacer hasta que lleguen su hermano menor, simepre en la calle, su padre que nunca se sabe si vendra, o su madre, que esta trabajando, no regresara hasta las cinco. Triste, pasa el tiempo con su pequeña amiga, su perra Doroty de 1 año.
Cansado del encierro se salta la reja y decide ir al lejano Mercado del Carmen.
Sube al bordo y lo recorre, mirando la vegetación y la basura del rio de aguas oscuras y malolientes.
Llega al Carmén y va a las maquinitas, le encarga la mochila al joven de las fichas y sacando el billete de a cincuenta pesos que le diera su abuelito el domingo pide 5 fichas. Juega X-men vs Street Fighter. No es muy bueno pero mejora cada vez. Algún día sera capaz de realizar los combos mas complejos. Pero no ahora. El Polo niño pierde contra casi cualquier rival que lo reta y sus cincuenta pesos se acaban en unas horas.
Sin dinero entra al mercado y va al local de videojuegos del Güero, observa los juegos de Super Nintendo y del nuevo Nintendo 64. Sabe todo de ellos pero se niega la esperanza de poder jugarlos por ahora. Recuerda cuendo su padre lo llevaba a comprar juegos ahí, antes de que se fuera con otra mujer y regresara despues arruinado y con muchos "No tengo dinero hijo".
Sale por la parte de atras del mercado. Da vuelta por la curva al final de la cuadra ... y observa sobre la bardita un jardin hundido unos 2 metros. Una palmera, pasto y algunos arboles le dan un aspecto encantador. Hermosas rosas crecen cerca de la pared. EL multifamiliar blanco que descansa detras es un misterio. ¿Quien vivirá ahi?. ¿Sera feliz teniendo ese bello jardín?. EL jardín tiene una energía misteriosa que reanima el alma de Polo. Algún dia ese jardin sera fuente de una mayor felicidad pero el no lo sabe aún.
El niño Polo, con sufieciente buen humor para cmainar a casa, prosigue su marcha. Sabe que son mas de las seis y su madre lo reñira. Llegará a jugar sus videojuegos viejos, y ver la tele, olvidará hacer la tarea y le prometerá a su mamá hacer doble quehacer mañana. Con suerte buscara sus llaves que estan tiradas tras la litera de su cuarto.

Hoy en día Polo tiene 23 años, acaba de ser aceptado en la carrera de Informatica en Ciudad Universitaria, vive en la planta baja de un edificio rojo de otra Unidad habitacional con sus dos padres, su abuelito murio hace un mes, su perra hace un año y aquel jardín le hace sonreir, porque es el jardín del edificio donde vive Pame ... su amada pero prohibida novia...

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